Gracias a sus seis goles, Alberto Spagnoli fue una figura clave en el regreso del Padova a la Serie B. Este importante logro, el ascenso, el delantero nacido en 1994 ha decidido celebrarlo de una manera especial: con una peregrinación al santuario de Medjugorje.
“Me estoy organizando”, comentó a Il Mattino di Padova. “No es fácil porque mi esposa está embarazada de seis meses, pero quiero cumplir este voto; me fastidiaría mucho haberlo hecho para nada. Vengo de una familia muy creyente, mi padre canta en el coro de la iglesia, mi madre es catequista, mi abuelo, que falleció el año pasado, rezaba el Rosario en latín en cada Fiesta de Todos los Santos. Soy el único que aún no ha estado en Medjugorje, también porque no es fácil encajar todo, teniendo prácticamente solo el mes de junio disponible para viajar. Pero este verano quiero lograrlo, también porque creo que San Antonio nos ha echado una mano esta temporada”.
El exjugador del Ancona también se refirió al gol que marcó contra el Vicenza el pasado 16 de febrero, decisivo para el empate final 1-1: “Sé que muchos recuerdan mi gol en Vicenza en el último instante, y yo también llevaré ese momento dentro de mí toda la vida. Fue un gol importantísimo que me dio mucha satisfacción, sobre todo porque venía de un periodo personal complicado. Pero las cosas suceden si nunca dejas de creer, y yo tuve la posibilidad de hacerlo gracias a la confianza que siempre se depositó en mí. Sin embargo, no creo que haya sido ese el único gol determinante para el ascenso. Hubo muchísimos episodios clave que nos hicieron vivir una temporada en una montaña rusa. Fue intenso, pero ahora es hermoso revivir esos momentos. Los primeros días después del ascenso estaba casi incrédulo”.
