El partido entre Atalanta y Roma generó un considerable debate, provocando especialmente la ira del entrenador romanista, Claudio Ranieri. Al término del encuentro, Ranieri incluso protagonizó un tenso intercambio en directo con DAZN, centrado en la jugada de contacto entre Pasalic y Koné.
Según la edición de hoy del diario Corriere dello Sport, la actuación del árbitro Sozza fue valorada con un 5 sobre 10. El medio explica que Sozza no tuvo una jornada “brillante” y se le escaparon varias acciones relevantes (señalando, por ejemplo, la falta de tarjetas amarillas para Mancini por frenar a Retegui en una contra o para Zappacosta por una infracción sobre Soulé).
Sin embargo, respecto al contacto que desató la controversia, el periódico añade: “Sobre el penalti que se concedió inicialmente a la Roma y luego se anuló, en directo parecía honestamente una pena máxima clara, pero la revisión del VAR (OFR) solicitada por Abisso es justificable”. La crónica detalla cómo Angelino sirvió a Koné, quien entró en el área y cayó tras ser marcado por Pasalic. Sozza interpretó contacto y señaló el punto de penalti. Las imágenes de la repetición, particularmente la toma desde detrás de la portería, revelan que Pasalic realiza una entrada con intensidad pero en realidad *no* llega a tocar al atacante de la Roma, quien posteriormente cae sobre él por la propia dinámica de la jugada.
El Corriere dello Sport reconoce que Koné se dirigía hacia la portería y Pasalic parecía interponerse, lo que justifica que en directo se pudiera pitar penalti. No obstante, también subraya que en el momento de la entrada del jugador del Atalanta, había unos treinta centímetros de distancia entre las piernas de ambos. Finalmente, el diario plantea la misma pregunta que Ranieri: si esta intervención del VAR es correcta en este caso, ¿por qué no se actúa con la misma coherencia en otras situaciones?