A casi 33 años, Antonio Di Natale probablemente nunca imaginó que tendría la oportunidad de rechazar a un gigante del fútbol. Esto sucedió en el verano de 2010, cuando Luigi Delneri, entonces al frente de la Juventus, buscaba un nuevo delantero para su ambicioso proyecto. La directiva *bianconera*, compuesta por Paratici y Marotta, recién llegados de la Sampdoria con el claro objetivo de relanzar al club turinés, fijó su atención en el Udinese. Su número diez, Di Natale, acababa de firmar 29 goles en la liga, una contribución fundamental que permitió al Udinese salvarse y clasificarse en la decimoquinta posición.
Di Natale se pronunciaría así sobre aquel episodio decisivo: «Rechacé el traspaso a la Juventus, es verdad. Un día, al finalizar el entrenamiento, mi representante me llamó para decirme que la Juventus había presentado una oferta al Udinese y que él ya estaba en Turín. Me senté con el presidente Pozzo y le expresé lo que pensaba: mi deseo de quedarme, ya que acababa de firmar un contrato de tres años y había tomado una decisión de vida, por mí y por mi familia. Al final, viendo cómo han ido las cosas, tuve razón».
El año siguiente, Di Natale mantuvo su excelente forma goleadora, anotando otros 28 goles y llevando al Udinese a las rondas preliminares de la Champions League. La temporada siguiente fue igualmente prolífica, con 23 tantos más. Hoy, Antonio Di Natale celebra su 48º cumpleaños.
