Invitado en los micrófonos de SportChannel214, el presidente del Avellino, Angelo Antonio D`Agostino, ha comentado el reciente ascenso del club irpino a la Serie B.
“Una victoria deseada”, comenzó D`Agostino. “El inicio de temporada no fue el ideal y nos llevó a la decisión de prescindir de Michele Pazienza y del cuerpo directivo. Sin embargo, tanto mi hijo Giovanni como yo estábamos convencidos de la fuerza del equipo. Por ello, consideramos adecuado confiar la dirección técnica al míster Biancolino, un hombre de nuestra confianza, con gran conocimiento del entorno del club (`la piazza`) y capaz de manejar la presión del momento. Hacía falta alguien que supiera gestionar el grupo y un vestuario con tantos jugadores importantes.”
“Raffaele supo cumplir con esta tarea a la perfección, algo que quizás fue el principal obstáculo para Michele Pazienza y lo que, lamentablemente, nos obligó a realizar cambios tan drásticos. La modificación debía ser completa. No podíamos limitarnos a cambiar solo al entrenador y mantener al resto del staff (Perinetti, Condò y Strano), ya que, tal vez, eso nos habría conducido a un desenlace distinto al logrado. Nuestra elección fue arriesgada, pero la única vía era cambiarlo todo, y el tiempo nos dio la razón. Aunque también quiero reconocer que, al inicio de la campaña, se había formado un equipo de nivel, y una pequeña parte del mérito de este éxito es también de ellos.”
Al ser preguntado si Biancolino está preparado para entrenar en la Serie B, D`Agostino fue rotundo: “Tiene contrato hasta 2026, claro que puede hacerlo. Biancolino nunca fue una solución provisional o un `plan B`. No tomamos esa decisión para salir del paso, sino porque creíamos firmemente en él. Conocíamos las cualidades del míster, y no me refiero solo a las humanas. Por lo tanto, fue una elección meditada y no impulsiva. Quiero dejar claro que nunca fue una decisión motivada por el factor económico, sino únicamente por la convicción que teníamos en sus capacidades.”
