El Olympique de Lyon ha sufrido un duro golpe al ser descendido por la DNCG, el organismo encargado de la supervisión financiera del fútbol profesional francés. El club arrastra desde hace tiempo una importante carga financiera, con una deuda estimada que supera los 500 millones de euros.
El Lyon tenía como fecha límite hoy para presentar las garantías económicas solicitadas por las autoridades de control. Sin embargo, el informe entregado no resultó ser suficiente ni convincente para el organismo francés, que en consecuencia ha tomado la drástica decisión de enviar al equipo a la segunda categoría del fútbol galo.
A pesar de esta resolución, la entidad lionesa dispone de la posibilidad de apelar la decisión. Por lo tanto, aunque en este momento el club se encuentra relegado a la Ligue 2, la situación legal y administrativa aún no está cerrada y se espera que haya novedades importantes en los próximos días.