El Cagliari entra en la fase más delicada de la temporada con la moral baja y la enfermería llena. Tras la octava derrota en casa frente a la Fiorentina y con una ventaja provisional de solo 5 puntos sobre la zona de descenso, los `rossoblù` tienen la obligación de no fallar en las últimas cinco jornadas, empezando por el crucial partido contra el Verona.
Las malas noticias llegan desde la defensa, con Yerry Mina fuera al menos tres semanas por una lesión en el bíceps femoral: se perderá los partidos contra Verona, Udinese y Como, y se intentará recuperarlo para el encuentro ante el Venezia. Palomino y Obert están en preaviso, pero las alternativas son mínimas y Luperto también está en riesgo de sanción.
En ataque la situación no mejora: Piccoli, autor del gol que dio la ventaja momentánea contra la Fiorentina, está sancionado. Es probable que Pavoletti, que nunca ha sido titular hasta ahora, lidere el ataque, o se podría probar a Luvumbo o Coman adaptados a la posición central. En el centro del campo regresa Deiola, pero la prioridad para Nicola es recargar energías, tanto físicas como mentales.