El Milan de Sergio Conceicao volverá a jugar en Lecce el sábado por la tarde. El equipo debe dar una señal fuerte tras la derrota contra la Lazio y tratará de hacerlo con algunos jugadores más disponibles. Alessandro Florenzi podría reintegrarse al grupo hacia finales de semana, mientras que Ruben Loftus-Cheek lo haría a partir de la próxima. Ambos están en la recta final de su recuperación de sus respectivas lesiones: el lateral se había roto el ligamento cruzado anterior y el menisco lateral de la rodilla derecha, mientras que el centrocampista había sufrido una recaída en el flexor del muslo derecho.
Si bien hay dos jugadores que poco a poco se acercan a su regreso, la noticia negativa llega desde el frente del Juez Deportivo. Además de la suspensión ya anunciada de Pavlovic (expulsado durante el partido contra la Lazio), el Milan también pierde a Mike Maignan por sanción. Así lo ha decidido el Juez Deportivo Gerardo Mastrandrea, quien sancionó al portero con una multa adicional de 15.000 euros tras conocer por el informe arbitral del Milan-Lazio que el francés se dirigió a Manganiello en el túnel de vestuarios con ‘una expresión irrespetuosa’. Por lo tanto, Maignan no estará en el partido contra el Lecce en el Via del Mare.
Mientras tanto, dejando de lado los temas del campo, se fortalece cada vez más la candidatura de Igli Tare como nuevo director deportivo del Milan. Un rumor que se está volviendo cada vez más insistente y extendido en el entorno rossonero, a cada hora que pasa. Además, no es la primera vez que los destinos del directivo albanés y el club rojinegro se cruzan: ya en 2019 Paolo Maldini había indicado a Tare como la figura directiva adecuada para apoyarlo en el Milan. Sin embargo, había un problema, el hecho de que Tare acababa de renovar su contrato con la Lazio: para cumplir con el compromiso, recién extendido en sus términos, el directivo rechazó la posibilidad de unirse a la directiva del Milan. En su lugar fue nombrado Ricky Massara, hoy en el Rennes.
