Semana agitada en el Milan: la polémica de los últimos días involucra los mensajes enviados por el ya ex portavoz de Sergio Conceicao a algunos periodistas. En ellos, explicaba el presunto descontento del entrenador con las instalaciones de Milanello, la preparación física del equipo tras la etapa de Fonseca, el supuesto compromiso insuficiente de algunos jugadores y, sobre todo, la falta de apoyo de la directiva. Se mencionaba la ausencia de una dirección clara en el proyecto técnico y la lejanía del propietario Gerry Cardinale, ausente de Milán desde hace meses por razones nunca explicadas públicamente.
El entrenador desmintió rápidamente estas informaciones en rueda de prensa, lamentando la situación y calificando la acción de su colaborador como inexplicable: ‘Lamento mucho esta situación, de verdad. No he entendido y quiero entender en los tribunales por qué mi ex colaborador ha hecho esto. Quizás quiso hacerme daño, seguramente, no sé si pagado por alguien. Lo digo públicamente porque no se entiende. Una periodista me envió una captura de pantalla de estos puntos que se dijeron. Lo siento por todos, también por los que trabajan en el Milan. Zlatan Ibrahimovic y Geoffrey Moncada siempre han estado aquí, son testigos. Estamos todos juntos, hemos hablado con el equipo toda la semana, con todo el grupo disponible. Hemos trabajado, durante la primera semana completa y el equipo ha hecho un buen trabajo. Salí del Porto con una situación no buena, y todavía no he hablado de ello. Imagínense si podría hablar ahora de un club para el que todavía estoy trabajando. Responderá en los juzgados sobre por qué hizo esto y quién le pagó’.
El propio portavoz, Francisco Empis, dimitió posteriormente, declarando haber dañado la reputación de Sergio Conceicao. Mientras tanto, el Milan busca resarcirse contra el Lecce, buscando una victoria que disipe otra semana de controversias y polémicas.
