Las primeras medidas cautelares ordenadas por el Tribunal de Milán en el marco del caso de apuestas ilegales, que ha afectado a varios futbolistas de la Serie A, sacan a la luz nuevas revelaciones. Estas se desprenden de la declaración prestada por Nicolò Fagioli el pasado mes de abril. El centrocampista es uno de los investigados por apostar y jugar en sitios online ilegales; hechos por los que, cabe recordar, ya cumplió su sanción en la justicia deportiva, y que para la justicia penal tienen una relevancia eventualmente secundaria.
Durante el interrogatorio ante los investigadores, Fagioli, que en aquel momento jugaba en la Juventus, reconstruyó la red de amistades y contactos que le ayudaron a saldar sus deudas de juego. Nombres que ya habían aparecido, sin ser investigados, en los documentos de la fiscalía: “Recuerdo que también Vlahovic, que era un gran amigo mío, cuando jugaba en la Juventus, se encargó de ingresar una cantidad de 100.000 euros para cubrir mis deudas sin adquirir ningún bien”.
“Le pedí a Gatti, Dragusin y otros”, se lee en los documentos. “Les decía que hicieran una transferencia para mí a Elysium (la joyería a través de la cual los fiscales sospechan que se realizaban compraventas ficticias de relojes de lujo, ndr) y les decía que ganarían una parte, que yo luego pondría y después de unos meses les devolvía el dinero prestado”.
Fagioli también aclaró a los fiscales la cuantía de la deuda restante: “Tenía una deuda pendiente de otros 400.000 o 500.000 euros aproximadamente en el momento en que fui citado en Turín para los interrogatorios, y desde entonces nadie me ha vuelto a reclamar el pago”. El centrocampista sostuvo además que no tuvo ningún papel en la implicación de otros jugadores, una hipótesis bajo investigación: “Yo no era el que captaba a los jugadores, sino que eran otros futbolistas los que me pedían jugar y yo les pasaba el contacto de De Giacomo”.
