A pesar de la derrota por 2-1 ante el Lille, el Reims creyó haberse salvado del descenso, manteniéndose por delante del Le Havre al final del partido en el Stade Pierre-Mauroy. No obstante, en un giro increíble de los acontecimientos, el equipo normando recibió un penalti en el tiempo de descuento que le permitió asegurar su permanencia en la Ligue 1. El capitán Abdoulaye Touré ejecutó con audacia una Panenka, dejando desolados a los jugadores del Reims. Ahora, para seguir en la máxima categoría, el equipo de la región de Champaña deberá enfrentarse al Metz –que previamente eliminó al Dunkerque– en una eliminatoria de descenso a doble partido.
La ida se disputará el miércoles 21 de mayo en el Stade Saint-Symphorien de Metz, mientras que la vuelta será en el Stade Auguste-Delaune de Reims el jueves 29 de mayo. Curiosamente, entre ambas eliminatorias, el Reims tiene un compromiso mayúsculo: la final de la Copa de Francia contra el PSG, programada para el sábado 24 de mayo en el Stade de France de Saint-Denis. El entrenador del Reims, Samba Diawara, lamentó la situación:
“Es el escenario de pesadilla. Pero era una posibilidad, ya que no hemos conseguido el punto necesario en las últimas tres semanas.”
Ante la perspectiva de dos encuentros cruciales por el descenso que flanquean la final copera, el partido contra el PSG ha dejado de ser la máxima prioridad para el Reims. El portero del Reims, Yehvann Diouf, admitió a L`Equipe:
“Evidentemente, será difícil centrarse en ella [la final]. No pensaba en eso hasta que la permanencia estuviera asegurada. No diré que no quiero jugarla, pero tendrá un sabor un poco amargo.”
