El esperado regreso de Nicolò Zaniolo a `su` Roma no se desarrolló según lo planeado. De hecho, el partido concluyó para él no solo con la decepción de la derrota de la Fiorentina en el Olímpico, sino también con un episodio de nerviosismo que derivó en una expulsión al finalizar el encuentro. Zaniolo protestó de forma excesiva ante el árbitro Chiffi tras el pitido final. Este partido marcaba, además, su vuelta a la titularidad después de casi un mes (su último inicio fue el 10 de abril en Conference League) y más de dos meses en la Serie A.
La expulsión, sufrida desde el banquillo en el Olímpico, donde había sido el centro de las críticas de la afición local durante todo el tiempo que estuvo en el campo (e incluso de excompañeros como Mancini cuando ya no estaba en juego), simboliza perfectamente la desafortunada experiencia que el jugador de 1999 está viviendo en el equipo viola. Un puñado de apariciones, solo doce en total y únicamente cinco como titular, y cero goles. Este es el magro balance de Zaniolo en Florencia, un jugador que además se formó en las categorías inferiores del club y que esperaba un `regreso al hogar` con resultados completamente diferentes.
Esta etapa con la Fiorentina, dejando de lado su brevísima primera aventura en el Entella cuando era muy joven, corre el riesgo de ser la única camiseta con la que Zaniolo no logre anotar ni un solo gol, si la tendencia actual se mantiene. Esto obliga al club viola a realizar una profunda reflexión sobre su posible continuidad. La opción de compra obligatoria al Galatasaray ya ha expirado, pero sin una reacción o mejora significativa, incluso prorrogar la cesión parece una operación extremadamente complicada de concretar.
