El Inter de Milán ha confirmado su tercer fichaje del verano. Tras las incorporaciones de Sucic y Luis Henrique, Ange-Yoan Bonny se suma al plantel nerazzurro. El delantero francés llega procedente del Parma por un monto total de 25 millones de euros y ha firmado un contrato hasta 2029, con un salario neto de 2 millones por temporada. Bonny, nacido en 2003, representa la nueva política del club bajo la dirección de Oaktree: apostar por jóvenes talentos con potencial de crecimiento y valor de reventa. Este enfoque marca un cambio claro respecto al pasado reciente, alineado con las directrices del fondo californiano.
Mientras tanto, el futuro de Hakan Calhanoglu parece cada vez más lejos de Milán. Después de su reciente controversia pública con Lautaro, el Galatasaray sigue siendo el principal candidato para fichar al centrocampista turco, aunque su oferta actual es de solo 15 millones de euros, cantidad que el Inter considera insuficiente. Es probable que la operación se cierre por alrededor de 30 millones, pero el club italiano espera obtener al menos entre 35 y 40 millones. El Al Hilal, dirigido por Inzaghi, también está interesado y dispuesto a ofrecer un salario muy alto al jugador.
La salida del exjugador del Milan podría no ser la única. Denzel Dumfries tiene una cláusula de rescisión de 30 millones de euros que puede ser activada hasta mediados de julio. Otros jugadores como Frattesi, Bisseck, Asllani y Thuram (protegido por una cláusula de 85 millones) siguen siendo vigilados de cerca. También se contempla la salida de Taremi. El futuro de los jugadores mayores de 30 años – Sommer, Acerbi, Darmian y Mkhitaryan – dependerá de la estrategia de Oaktree. La base del equipo seguirá siendo Lautaro, Barella, Bastoni y Dimarco. Para reemplazar a Calhanoglu, Marotta tiene en mente a Ederson, aunque también interesan Rovella y Stiller. En cuanto a la defensa, el club sigue de cerca a Giovanni Leoni del Parma y Koni De Winter del Genoa.