Lejos quedaron los días en que se cuestionaba al Inter por su inconsistencia y se criticaba a Simone Inzaghi constantemente. Sin embargo, el entrenador nerazzurro percibe una falta de reconocimiento hacia el trabajo, no tanto el suyo propio, sino el del equipo. “Siento que se hacen pocos cumplidos a los muchachos, así que se los repito yo públicamente”, declaró Inzaghi, mostrando un estilo comunicativo educado pero menos paciente que antes.
Inzaghi “blinda” al Inter. La temporada del Inter es clara: líder en la liga italiana, único equipo italiano en cuartos de final de la Champions League con la mejor defensa, y semifinalista de la Copa Italia. Con dieciocho partidos (potenciales) por delante, el Inter puede aspirar a ganarlo todo. Este nuevo enfoque de Inzaghi busca motivar al equipo, utilizando las críticas como un factor de unión.
El Special One. A Inzaghi, un técnico que no suele exagerar, se le ha asociado a menudo con la etiqueta de Normal One. Tras doscientos partidos en el Inter, sus números son extraordinarios: en la era post-guerra, ningún entrenador supera su porcentaje de victorias con tal cantidad de partidos dirigidos. Son datos objetivos, al igual que su comunicación más “agresiva”, aunque aún lejos del prototipo, recuerda al estilo del último entrenador que ganó el triplete con el Inter, José Mourinho. Una comparación quizás exagerada, pero que no impide imaginar un final similar para este Inter.