El 10 de agosto de 2016 marcó un momento amargo para Marcelino: el Villarreal lo destituyó a pocos días del crucial debut en la fase preliminar de la Champions League contra el Mónaco. El entrenador asturiano, después de haber devuelto al club a la Primera División y haberlo llevado a Europa, se vio obligado a observar ese partido desde lejos, lejos del campo. Ahora, nueve años después y a la edad de 60 años, Marcelino se prepara para vivir su merecida revancha: esta noche, por primera vez, dirigirá al Submarino Amarillo en un partido de la Liga de Campeones, precisamente en el estadio de La Cerámica, enfrentándose a la Juventus.
Será, sin duda, una noche especial y cargada de simbolismo, pero el técnico tiene la intención de vivirla con su habitual y pragmática lucidez. En la víspera, afirmó:
«Lo importante es que mis jugadores lo den todo y luchen por la victoria».
El desafío será arduo, no solo por las ausencias a largo plazo de Costa y Kambwala, sino también por la indisponibilidad de figuras clave como el líder técnico Gerard, el prolífico delantero Ayoze y el sólido defensor Foyth. Sin embargo, se vislumbran posibles novedades en las bandas, con Buchanan y Moleiro que podrían salir de inicio, respaldados por la excelente impresión que dejaron en el reciente partido contra el Athletic.
La Juventus, bajo la dirección de Igor Tudor, tampoco llega con la plantilla completa: ausentes Bremer y Thuram. En Italia, además, se especula con un posible descanso para Yildiz, de cara al crucial enfrentamiento liguero contra el Milan el domingo. Los bianconeri, aunque invictos esta temporada, vienen de tres empates consecutivos, incluyendo el espectacular 4-4 contra el Dortmund en la Champions. Tres años después del único precedente europeo, que terminó 1-1, Villarreal y Juventus se encuentran de nuevo con alineaciones notablemente modificadas. Para Marcelino, esta será la noche tan esperada: la Champions League, finalmente, en su propio estadio.
