Un empate, a veces, puede transmitir un mensaje tan potente como una victoria. El Nápoles rescató un punto contra el Inter en el Maradona, igualando el marcador a solo cuatro minutos del final. A pesar de haber estado cerca de perder un partido clave en la lucha por el Scudetto, el Nápoles logró empatar y, basándose en las estadísticas, quizás mereció más.
Los números hablan por sí solos: 19 tiros a puerta frente a 6 del Inter, un valor de goles esperados (xG) de 1.95 contra 0.32, además de una mayor posesión del balón, más pases y más ocasiones claras de gol. El único gol encajado fue producto de una genialidad individual de Dimarco.
En resumen, Antonio Conte superó a Simone Inzaghi en planteamiento táctico, pero considerando que su equipo estuvo a punto de perder, puede darse por satisfecho con el 1-1. Este resultado mantiene la distancia entre ambos equipos en un punto, dejando la carrera por el Scudetto totalmente abierta. El entrenador italiano debe agradecer el rendimiento de todo su equipo, ya que la mayoría de los jugadores rindieron a un buen nivel, destacando especialmente Lobotka y Billing, quien se estrenó como goleador en la Serie A en su segundo partido.
Al finalizar el encuentro, Conte comentó: ‘Este partido era importante no solo por la clasificación, sino también por una cuestión de mentalidad. A falta de once jornadas, estar a un punto del liderato debe hacernos entender que, a pesar de las dificultades, podemos luchar por el Scudetto hasta el final si realmente lo queremos. Este es el mensaje que debemos tener claro nosotros primero y luego transmitir al exterior. Todos hubiéramos firmado por estar en esta posición a estas alturas de la temporada. El Inter es un equipo de primer nivel, construido a lo largo del tiempo y muy difícil de batir.’
‘Haber demostrado que podemos competir de tú a tú e incluso ser superiores en muchos momentos debe darnos una gran confianza. Todo depende de nosotros. Me encanta cuando mi equipo transmite emociones, y hoy hemos regalado muchas a nuestros aficionados’, añadió Conte, dejando entrever la esperanza de un título. En la noche del Maradona, el Nápoles demostró que luchará hasta el final.