Una cierta «nostalgia canalla» parece impulsar un posible regreso de Kim Min-jae a Italia. Tras celebrar el histórico tercer Scudetto con el Napoli bajo la dirección de Luciano Spalletti, el defensor surcoreano se trasladó a Alemania, aceptando la propuesta del Bayern Múnich.
Sin embargo, después de un comienzo prometedor, su situación parece haberse complicado. Sus apariciones en la liga se limitan a dos partidos, de los cuales solo uno como titular, y en la Champions League ha jugado únicamente 45 minutos contra el Chelsea y un partido completo contra el Pafos. Un tiempo de juego claramente insuficiente para un futbolista de su calibre, acostumbrado a ser un pilar en la defensa napolitana.
Esta circunstancia podría llevarlo a considerar un cambio de equipo ya en el mercado de invierno de enero. En la Serie A, varios equipos importantes podrían ver en él un refuerzo de gran valor para su línea defensiva, dada su probada habilidad para frustrar los ataques rivales.
Según las últimas informaciones de La Gazzetta dello Sport, el Milan y la Juventus estarían evaluando seriamente la posibilidad de fichar a Kim, considerándolo un posible baluarte para las defensas de los entrenadores Allegri o Tudor.
El principal impedimento para un posible traspaso es su elevado salario. Actualmente, Kim percibe 9 millones de euros anuales en el Bayern, una cantidad considerada excesiva, especialmente para un defensor, por los principales clubes italianos.