En una reciente entrevista con Radio Serie A, el ex lateral del Milan, Serginho, compartió sus reflexiones sobre el club `rossonero` y su relación con el fútbol.
Serginho afirmó que los brasileños llevan el fútbol “en la sangre” desde muy pequeños. Confesó que siempre fue un gran aficionado del Milan, siguiendo al equipo desde la legendaria época del trío holandés: Van Basten, Gullit y Rijkaard. Su gran anhelo era un día jugar para el club y tener la oportunidad de dejar su huella en su historia. Expresó una inmensa gratitud por haber podido cumplir este sueño y agradeció a sus compañeros de equipo, describiendo la experiencia como una “grandísima alegría”.
Respecto a cómo fue descubierto por el club milanista, Serginho explicó que en aquel entonces, antes de la globalización actual, el proceso era más complejo. Señaló a dos figuras clave: el ojeador del Milan, Luizio Santos, quien trabajaba intensamente en el mercado sudamericano, y Ariedo Braida. Fueron ellos quienes lo “descubrieron” en Brasil. Fue fichado por el Milan en marzo de 1999, con casi 28 años, una edad que él mismo considera “muy tarde” para comenzar en Europa, ya que no tuvo la oportunidad de pasar por las categorías inferiores de un club europeo. Antes de su llegada a Milán, Serginho era titular indiscutible en el São Paulo desde hacía tres años y ya formaba parte de la Selección Brasileña.